La tertulia nocturna se alargó hasta el borde de la madrugada, se empezaban a notar los nervios entre los compañeros de viaje y algún que otro extra. La cosa no acaba aquí ya que la noche se convierte en una orquesta gutural que dificulta el ansiado descanso.
Antes de las 6:00 el desvelo me acompaña y tranquilamente me preparo y salgo del albergue aun con las estrellas sobre el cielo y con poca luz en el suelo más allá de mi decadente linterna.
Al rato puedo descubrir que pocas sensaciones superan a detenerse a ver el amanecer durante una caminata. La proximidad de Santiago, el objetivo del camino, se percibe en el ambiente, el cansancio mengua y se valoran los preciosos caminos forestales de la etapa. Hoy es un día para bajar el ritmo y disfrutar del paseo por la floresta gallega.
El suave ''paseo'' de hoy me lleva hasta O Pedrouzo y a una hora bastante temprana, lo que me permite el descanso para la ansiada etapa final. Una leve cura de ampollas y reflex en las articulaciones convienen para esta previa a la gran final. El objetivo de mañana son unos 22 Km. a buen ritmo para llegar a la Misa del Peregrino y así cumplir con la tradición. Estoy deseoso de llegar, resta una etapa hasta Santiago, voy muy alto de moral y con la promesa al Santo preparada.
Santiago espera...
Amanece sobre Arzúa.
Bosque encantado.
Abrevadero.
Aldeas con encanto.
Si piensas demasiado en el futuro malgastaras tu presente.
