La noche se torna corta debido a roncadores y madrugadores y tras el temprano ritual de preparación salgo disparado rumbo a Santiago.
Improvisando un atajo por el pueblo me incorporo a una pista forestal en la más oscura noche. Camino solo en la oscuridad del bosque sólo con la débil luz del móvil durante 2 horas hasta el amanecer.
Parada en la capilla de Santa Lucia, paso por la Lavacolla... paradas cortas para no olvidar el objetivo. Después se presenta un tramo aburrido hasta llegar a Monte Gozo. Una vez allí allí descanso junto al horrendo monumento a la peregrinación. Al retomar el camino, un cartel avisa de que restan 4,7 km. para la Catedral de Santiago aun siendo las 9:30.
Un pequeño esfuerzo y me encuentro en las afueras de Santiago, junto al cartel de entrada a la ciudad. Todo duele y la travesía se hace eterna, poco a poco me adentro en el centro de la ciudad, junto a multitud de turistas y peregrinos, a las 11:00 hago entrada en la plaza del Obradoiro!
Mi objetivo ha sido conseguido, emoción y alegría al máximo, momento para tumbarse en el medio de la plaza a contemplar la Catedral, uno se olvida del cansancio y de todo en ese momento.
Apuro al máximo para entrar a la Misa del Peregrino, bendición y lanzamiento del botafumeiro. Al salir me encuentro con los compañeros, ahora toca disfrutar.
Cielo de la catedral.
Cara en la roca.
Calzado Colgado.
Catedral de Santiago.
Monumento al peregrino.
Promesa y abrazo al Apóstol.
Recuerdos de mi viaje por entropía.