lunes, 25 de noviembre de 2013

El Camino parte VIª

 
6ª Parte: Caminando entre cruceiros y niebla.
 
Pocas veces el sueño me había vencido tan facilmente. Plácida noche en Portomarín y fácil despertar tempranero. Ya forma parte del petate el dolor y el cansancio en rodillas y pies. El comienzo de etapa: monótono y cansino.
 
La niebla de la mañana hace merecer esta etapa ya que tornaba los paisajes del camino en auténticas postales siendo esto lo único apreciable, puesto que la mayor parte del recorrido transcurre junto al asfalto.
 
A ritmo bajo pero constante fui atravesando diferentes aldeas, destacando los numerosos cruceiros que en esta etapa, más vistosos, muestran el camino. El penoso asfalto se lleva el protagonismo en la mayoría de los tramos y sólo algunas zonas de la sierra de Ligonde nos dejan senderos arbolados con un aire místico.
 
Palas del Rei espera al final de esta etapa de unos 25Km. que no destaca en demasía por su belleza.
La etapa de mañana es muy ambiciosa en distancia y el descanso en este precioso pueblo es fundamental.
 
 
Paisajes de la vereda. 


Nubes bajas adornan el bosque. 


El Cruceiro de la calavera.
 

Cruceiro junto a la capilla.
 

Arbolado místico.
 

Cruceiro de Palas del Rei.
 

 

Muchos amaneceres vistos.
 


jueves, 14 de noviembre de 2013

El Camino Parte Vª


5ª Parte: El principio del fin.

El esfuerzo acumulado comienza a notarse en las piernas, aunque eso no impide madrugar como corresponde para este menester.

La noche en el albergue de Calvor tranquila como ninguna, con pocos compañeros de habitación y pocos ruidos. Decido esperarme a los primeros rayos de sol y recorro los 5 km. que me separan de Sarria, la última gran población que concede el acceso a la compostela y que en consecuencia hace que muchos peregrinos decidan tomar como principio de su viaje.

La visita a Sarria lleva más tiempo de lo esperado y durante toda la etapa arrastro un gran retraso. No obstante, entretenerse en la visita de Sarria es una buena idea debido a sus bonitas calles e históricos monumentos. Empieza aquí realmente la etapa de la que hablan las guias con destino a Portomarín.

Ya en este punto los pies no caminan como debieran y el dolor y cansancio en las piernas y articulaciones comienza a aparecer. Primer tramo hasta Barbadelos muy bonito y fácil de andar. A partir de aquí el camino es más pesado. Aparece el hito del Km. 100 (hasta Santiago), el cual es motivo de culto y fotografías para los peregrinos.

Séndas de subidas y de bajadas que cruzan alguna que otra aldea nos llevan hasta Ferreiros. La fatiga acumulada me hacen pensar en Portomarín ''el deseado''. El bajo ritmo de avance me obliga a comer en Mercadouro un típico menú del peregrino para reponer fuerzas.

Quedaba hora y media de pronunciadísimas bajadas que hacen doler las rodillas, reduciendo más, si cabe, el avance. Todo es sufrimiento hasta encontrarme con el puente que cruza el Miño y lleva directo a Portomarín (el deseado).

Llegada, ducha y a disfrutar de este hermoso pueblo. Próxima etapa, menos Km. más dureza.


Alborada en Sarria.
 
 

Cruceiro, niebla y cielo.
 
 

Monasterio de las afueras.
 
 

Camino del ferrocarril.
 
 

El Árbol de los deseos.
 
 

 Hórreo gallego.


Portomarín al otro lado del Miño.
 
 
El hielo que oprimía mi corazón se deshizo en suspiro y lágrimas. Dante Alighieri


lunes, 4 de noviembre de 2013

El Camino Parte IV


4ª Parte: Subidas, descensos y bosques.

Un barullo incesante nos hace despertar en la abarrotada estancia del alto de O Cebreiro, un hormigueo incesante de peregrinos se prepara para lo que es, en principio, una etapa de baja dificultad en su mayoría de amplias bajadas.

Salgo del albergue en plena noche y al salir dos compañeros más se unen para hacer la etapa juntos. A golpe de linterna caminamos por la cordillera por pequeñas subidas y bajadas hasta llegar al Alto do Poio con un buen ritmo y con las piernas respondiendo muy bien. Sin parar nos plantamos en Fonfría, punto de inflexión dónde comienzan las arduas bajadas, un verdadero rompepiernas que se suele subestimar pero que en definitiva hace resentir al cuerpo, en especial a las rodillas.

Triacastela se aparece al final de la bajada, es el fin de etapa natural, pero no para mí, ya que es mi oportunidad para recortar kilómetros, separándome de mis compañeros, tomo la decisión de ir por la variante de San Xil, paisajes naturales sin igual, bosques curiosos y místicos que son una delicia para el caminante.

Poco a poco el exceso de kilómetros mengua mis fuerzas y realizo paradas más frecuentes. Tira más la voluntad que las fuerzas para acabar la etapa.

Al final de una espléndida zona arbolada decido parar en Calvor, a 5km. de Sarria. Han sido 35 Km. de mucho desgaste y el sobreesfuerzo de esta etapa va a condicionar el resto del camino, ya que la siguiente etapa a priori es ambiciosa, 28Km. y muchas poblaciones para ver.




Amanecer sobre piedra blanca. 


 Amaneceres rosados.


 Neblinas.


 Sigue la dirección de la flecha.


Senda del peregrino.
 

Adéntrate en el bosque.



Un día pensaste que el mundo se te quedaría pequeño.